jueves, 14 de marzo de 2013

Marca personal, una en cada cacha del culo.

Esta tarde, rodeado de gente, una persona que aprecio me preguntó en voz baja por una virtud mía, yo le hablé de mi capacidad para ilusionar a gente. Más tarde, cuando estaba en la camilla con el suero puesto, se me vino a la cabeza su voz hablando de mi en voz alta, me di cuenta que yo no había sido claro o más bien incompleto porque esa virtud está directamente relacionada con lo contrario, si bien soy capaz de ilusionar facilmente a gente soy igual de bueno desilusionándola. Con el paso del tiempo he descubierto que mi tema de conversación favorito ya no lo es tanto, incluso ahora me incomoda. Hablar de YO cada vez tiene menos sentido, me gusta menos y lo peor es que, ahora más que nunca, necesito que sea conocido. El coctel va haciendo efecto, nolotil, primperan, diclofenaco, buscapina, enantyum y diazepan... pero la noche es larga y ha vuelto a refrescar, ahora necesito no ser la primavera de nadie sino que alguien sea la mia, no quiero abrigar a nadie sino que me abriguen a mi. Mañana volverá a salir el Sol y casi no recordaré mis naufragios. Pequeño, hacerme muy pequeño y tener una sombra tan grande, esa es mi virtud, y mi marca personal, mi ventaja competitiva, esa está en mis labios, a traves de lo que dicen en tus oidos, de lo que escriben en tus entrañas, de los besos que arañan tu alma. Mis labios.


















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