Sostengo con dos manos la esperanza
porque sé que es el único aliento
que vive a la intemperie
Y no escondo mi palabra
salgo a vivir con el alma descubierta
El corazón que no canta
no ejerce su oficio con altura
Soy un cuarentalescente que no tiene talento para diseñar sueños así que me dedico a arañar postillas.