Me paso las horas regurgitando tu boca y tus ojos pero... hay algo que fluye... que corre bajo tu piel que yo no puedo ver. Yo sé que hay otras voces que no son la mía y me pregunto si dirán tu nombre, despacio, bajo las alas de las gaviotas, esperando que el mar lo devuelva envuelto de algas...
Bésame hasta que no recuerde cuanto nos lastimamos
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