Aunque habitualmente cruzo para ir a la parada de autobús, para regresar a mi pueblo, por el paso de cebra que está pasando la salida de vehículos del parking, esta vez crucé por el paso de peatones que hay justo a la salida del hospital Virgen Macarena. Y allí, justo al llegar a la acera me lo encontré. Confieso que mientras cruzaba me iba fijando en él pero no acertaba a distinguirlo con claridad. Me detuve a contemplarlo y con una sonrisa de oreja a oreja saqué el móvil y disparé. Inmediatamente le di la vuelta y empecé a hablar con Manuel, le dije que había hecho una foto y le pedí permiso para publicarla en el blog. Manuel me preguntó que era un blog. Estuvimos charlando un par de minutos y finalmente compré un paquete de caramelos mentolados. Ya de camino a la parada, seguí sonriendo pensando en el arte que hay en Sevilla, en lo oportuno que era encontrarse el Kiosko Manué justo al lado de un hospital, donde la mayoría de la gente que pasa está enferma, preocupada y triste. Ole tú Manué!!!
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