Iba de camino al trabajo, por delante una hora exacta de camino a todo gas en una scooter. La carretera estaba poco transitada y su mente se puso a volar. Durante toda una hora estuvo divagando , divertido, en las reformas que haría en su casa si le tocaba el cupón. Catorce horas de trabajo después emprendía el camino de vuelta, por delante una hora exacta de intenso frío a todo gas en una scooter. Había pasado lo que tenía que pasar y entonces, kilómetro trás kilómetro, su mente no divagaba, vagaba aterida en la madrugada pero no sólo de frío. Cuando el dolor ajeno te toca tan de cerca que lo haces tuyo, la noche se vuelve más oscura.
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Dedicado con respeto y cariño a Mar Valerio López
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