Soy un cuarentalescente que no tiene talento para diseñar sueños así que me dedico a arañar postillas.
sábado, 21 de septiembre de 2013
Opciones
Llegó a la parada del bus como cada día, el luminoso indicaba un tiempo de espera de 5 minutos. Sacó el móvil y torció la boca al comprobar que no tenía ningún mensaje ni notificación. Se puso a curiosear los estados de sus contactos del WhatsApp. Llegó el bus, subió y musitó un escuálido saludo al conductor. Buscó un asiento solitario y se conectó a Facebook. Nada interesante, lo de siempre, gente compartiendo cartelitos con frases que seguro que ninguno recordaría cinco minutos después. Un frenazo hizo que el móvil se le escurriera al asiento contiguo. Esbozó una mueca y lo recogió. Al desbloquearlo su mirada se quedó anclada en un cartel de Aunque lo sepa, recuérdamelo. Un suspiro arrulló a la lágrima que se deslizaba por su mejilla, al tiempo que tecleaba "A veces no sabemos abandonar lo que tenemos por muy malo que sea"
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