jueves, 19 de junio de 2014

Configuración, desconfiguración y reconfiguración (Parte 1)

Infatigable, seguiré buscándote

De la nada, uno crea un artefacto que represente a una persona como cualquiera de las que vivimos en el planeta Tierra. O cualquiera que viva en otro mundo desconocido. Eso da igual.

¿Cómo tener éxito en tal proyecto?

Alguien podría pensar que cuantos más detalles se aporten sobre un sujeto más podemos saber de él. Esto podría no ser así.


Un largo inventario de características no logra dibujar con perfección al personaje. Un gesto característico, un tic, una sola cosa representativa, puede hacer que logremos lo que nos proponemos. Una contradicción, una mentira, una forma de enfrentar un problema, puede ser suficiente. Sumar aspectos físicos o psicológicos de ese personaje no hace, necesariamente, que se le pueda ver con más claridad. En realidad, lo que queremos es conocer cómo entiende el mundo, cómo reacciona ante una situación u otra. Cómo lo ven unos aquí y otros allá. Queremos construir un cosmos que gire alrededor de ese personaje; queremos que los cosmos de cada personaje se enfrenten (llegando a impactar con violencia si es necesario).

A medida que vayamos sumando características (no físicas puesto que estas desdibujan más que aportan) iremos logrando que el personaje crezca y hasta cumpla años.


ilustracion infatigable seguire buscandote


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