Es de noche. No me lo ha dicho porque sabe que me duele, todo un detalle, pero sé dónde está. Sabe que le espero en mi casa, con el ordenador encendido, hasta que llegue a la suya, sé que habrá un sms de buenas noches, resignado, escueto, sin detalles. Una tarde más, me despedí hasta mañana con un beso en la cara, para recogerle dos minutos después y pasar unas horas, mirando hacia los lados, cambiando de bar cada día, aparcando el coche en un sitio distinto, horas que suelen terminar en mi cara seria y en una sonrisa al otro lado de la mesa. Mañana me pondré las gafas de sol para aguantar las bromas, los comentarios inoportunos, las risas descompasadas y aguantar el tipo mientras me mira de reojo diciéndome con la mirada, "es lo que hay". Intentaré sustituirle un fin de semana con un rato, un paseo, un día de playa o una noche...con dos mensajes y una gracia al oído...y matando por coger a algún amigo común y pasarme las horas contándole lo que ha pasado, mientras me dice con una cerveza "va, estoy contigo"... pero no puede ser...es muy goloso, y demasiado delicado, por lo que un día más, tragaré saliva y me fumaré un cigarro apoyada en la pared. Como siempre, escucharé de su boca frases como: menos da una piedra, eres tú la que no tienes tiempo, yo soy libre, cuando quieras, cuando puedas, estoy a gusto contigo, te espero, no le des más vueltas, carpe diem...y yo, dividiendo mi vida, jugándome el tipo, y sin poder darle, y sin poder pedirle. Si sonase de fondo I got you babe, ésto sería la película del día de la Marmota.
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El tiempo avanza inexorablemente...
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